En mi particular estado vacacional -de Rodríguez- estoy sufriendo ataques a mi persona y a mis presuntos dominios. Pequeñas Rodríguez se han instalado en la cocina de mi casa y amenazan con resistir, pase lo que pase. Sí amigos, las hormigas me invaden.
Tengo recuerdos poco agradables de las hormigas, como aquella vez que me subí a un alcornoque presuntamente deshabitado- , cuando llegué al punto más alto del árbol, una gran hilera de hormigas de cabeza roja salieron del corcho del árbol para me rodearme. Aquello era como cuando en las películas del oeste los indios aparecían en lo alto de las colinas, a millares, una cosa acojonante. Las hormigas se me echaron encima, me picaban una cosa mala mientras intentaba sacudírmelas con una sola mano para no caer. Lo peor de todo es que no fue la primera ni la última vez que me atacaron esas hormigas guerreras, ni que otras hormigas hayan invado mis dominios.
La invasión que estoy sufriendo ahora es más psicológica que otra cosa. No muerden, no insultan, pero están ahí, esperando a que se te caiga un trozo de jamón para correr todas a poner sus sucias patas en él. Están ahí cuando dejo la tapa de un yogurt en el mármol, están ahí cuando dejo un croassant en la mesa. Las barro con mi espontex, las ahogo en la pica, las gaseo con productos especiales para hormigas pelmas...
El número de bajas por su parte es más que importante, pero ahí están, empecinadas en adueñarse del territorio comanche. He llegado hasta a parlamentar con una de ellas. La pillé merodeando en el azúcar, la cogí, dio una vuelta al mundo por mi dedo para volver luego al punto de partida. La coloqué en el mármol de la cocina y empecé a hablar con ella, le dije que existían reservas para ellas, que estarían muy a gusto en su hábitat. Grandes arenales, cerca de una zona de picnic, comida asegurada.... un chollo vamos. En ese momento pasó por allí mi hermano Javi, al ver la escena se llevó las manos a la cabeza y se fue. Pero a lo que iba, ¿sabéis lo que hizo la hormiga?, ¿¿lo sabéis??, ¡me ignoró!.
Así no se puede vivir, llegas a casa y te encuentras con esta invasión a gran escala. ¡No, no, y no!. Ya lo tengo todo pensado, iré a buscar la madriguera del enemigo, (al más puro estilo Alien) buscaré a su líder, la hormiga reina y parlamentaré enseñándole un lacito blanco en mi dedo índice. Sé de sobras que me ignorará, si lo hizo una simple hormiga, ¿no lo va a hacer la reina?, será entonces cuando pediré apoyo aéreo y bombardearé el nido allá donde estén, no haré prisioneras, ¡esto es la guerra!.
Escrito por Burdon a las 3 de Agosto 2004 a las 10:25 PM | TrackBackYo de pequeña jugaba con las hormigas. Les arrancaba los ojos y las juntaba para que se pelearan (soy un poco béstia, lo reconozco).
Fuera bromas, hay que ver el poder que tienen unos simples bichitos minúsculos. Atemorizan hasta el ser humano más grande!!!
Si necesitas ayuda para esta guerra, silva!
Escrito por Elizabeth a las 3 de Agosto 2004 a las 10:32 PMPor cierto, guerras domésticas aparte, me he comprado el último disco de Diana Krall, la chica superventas en lo que a jazz vocal se refiere. Pero que buena está la moza oiga, y que feo es su marido el Elvis Costello, pero que chenchuarl..Mi canción preferida de este disco es una versión del Temptation de Tom Waits, que bien le queda oye. Como no tengo a mano ese tema os puedo dejar el Cry me a river de la susodicha:
http://www.rothnyweb.com/Music/Diana%20Krall%20%20-%20Cry%20Me%20a%20River%20-%20The%20Look%20of%20Love.mp3
Ay Diana, mi corazón hace "Krall" cada vez que te oigo. Pero que majica (con jota) es...
Escrito por Burdon a las 3 de Agosto 2004 a las 10:37 PM
Uy que rápido
fiuuuu! fiuuuu!..que parezco el Petri!, fiuuuu! fiuuu!, no sé silbar!!, aaahh!!!.
A mí también me atacaron en manada y a traición unas enormes hormigas rojas a la orilla de un río burgalés, años ha. Y sí, muerden más que mi perra cuando intentas limpiarle los oídos con insistencia. Hace siglos que no veo hormigas en ninguna de las tres casas en las que he vivido a lo largo de mi vida (dicho así, hasta parecerá que tengo un par de años más que Saritísima, pero de verdad que aparento 19). Pero en el anterior piso sufrimos las cucarachas durante varios veranos y eso sí es UNA PUTADA. Al parecer había un nido en el edificio y no había manera de deshacerse de ellas, así que ellas se deshicieron de nosotros. Nos mudamos y tal. Ale, buenas noches, vaya usté con Dios!
Escrito por Chihiro a las 4 de Agosto 2004 a las 06:08 AM
en verdad aparento 19..ja!, no creo en brujas, jeje..
Esta mañana he vuelto librar una batalla con ellas, es acojonante..creo que las cucharachas serían demasiado para mi. :s
Que la fuerza la acompañe srta Chihiro!.
Por más que te infiltres en su guareda, te en cuenta que te enfrenteas a unas cabecicubas en toda regla, yo les pondría un buen plato para que se sirviesen agusto y se fuesen a casa contentas... contentas, pero con malvado regalito para compartir con las demás, igual así te conceden una tregua.
Escrito por Luthien a las 5 de Agosto 2004 a las 02:00 AMscht, schttttttttt, si a vos te hablo, jovenzuelo, sí.
qué ha pasado? me separaste de mi buen amigo itn (antes lo tenía debajo, y ahora ha subido y me dejó sola)
estos cambios posicionales...
táctica de guerra?
pero qué bonita está la página, purrete!
Yo ya no sé lo que hacer Luthien, esta noche he vuelto a casa con el temor de encontrarme lo peor, pero nada, ni rastro de ellas. Mañana volverán al ataque. Hoy he visto como mataban a la carcoma inyectándole aguarras a los poros de la madera. Y todo en plan doméstico. Tú te imaginas que te pincharan con eso??. :s
Pini, aquí no hay queja que valga, os voy rotando como se les cambia a los niños de mesa para que no se revolucionen demasiado. Que va, sólo os he puesto en orden alfabético. Soy así de ordenadito hermanita. Sola?, entre mi vesina Maite y Nando el rey de los ñapas?,imposible!. Por cierto, acabo de poner una nueva cabecera al blog, y ahora explicaré un poquillo el por qué ando trasteando tanto. Y sí, no tengo mucho sueño hoy que digamos. :)
Escrito por Burdon a las 5 de Agosto 2004 a las 02:50 AMPues mira lo que son las cosas, vivo en Brasilia, en un tercer piso, y yo imaginaba que teniendo tanto tapir y tanta pantera que atacar en el campo, ¿cómo iban a subir a un tercer piso a buscar unos simples desperdicios?. Pues sí, están en mi tercer piso campando a sus anchas como esas visitas incordionas que no hay quien se quite de encima. Hoy me he levantado y tenía todo el fregadero lleno. La guerra química ha dado comienzo. Veremos lo que aguanto. Ahora eso sí, todavía, al menos todavía, estas son de las que no muerden. Veremos si no llaman a sus amigas las argentinas, que esas ganan las batallas por el efecto pánico que producen en los enemigos.
je. Estoy asustado
Julián Barroso