Dime cosas

Chupi-fly, chupi-fly... las expresiones que se aprenden por ahí. Ahora resulta que a los chicos fashion se les llama chupi-flys. Anoche a estas horas estaba cenando -en un sitio chupi-fly de la muerte- con Mad la reina de las chupi-flys y con el inigualable Ike Janacek. Majete entre los majetes, majete es su adjetivo, en el mejor de los sentidos. Lástima que me cayera de sueño y de cansancio a esas horas y estuviera más pa allá que pa acá. La charla fue amena – publicidad subliminal- se habló un poco de todo, incluido el mundo blog, algo de lo que por lo visto más descolgado de lo que creía. Después nos fuimos de cocktails, otro local chupi-fly mega-fly, un clásico vamos, entre los chupi-flys, claro está. Pero claro, uno que acostumbra a beber cervezas, calimotxos, o simples cubatillas de whisky o vodka, luego pasa lo que pasa. A la hora de pedir un coktail no sabes que pedir puesto que eres un ignorante en estos menesteres, bueno, y en la mayoría de las cosas para que engañarnos. Total que Ike se pidió un no sé qué tal y cuál, pero que fuera seco, y con ron. Pues nada jefe, a mí me pone lo mismo que mi amigo, pero con vodka, y todos tan contentos.

Y bueno, para entonces entre las horas que eran, el mal cuerpo que tenía, aquel cocktail traicionero y la charla literaria cinematográfica de la muerte que tenían mis dos ilustres acompañantes, acabé un poco descolgado. Hay que ver la de libros que puedes llegar a leer cuando llegas a ciertas edades, ¿eh?. Y cuando me di cuenta ya era la hora de irnos. Fue un visto y no visto. Pero mereció la pena acercarse a barna. No todos los días se puede conocer al señor Ike Janacek. Mis mejores deseos para él, que el año nuevo que se avecina le traiga más satisfacciones que lamentos.

Y ahora - y sin que sirva de precedente - vaya pues para la chica de los ojos azules unas cuantas lindezas. Para que luego no diga que soy poco galante y demás injurias. Ahí van, que sea lo que dios quiera y que el susodicho reparta suerte.

Niña, Cristobal Colón con su espada conquistó naciones. Y tú, con esos ojos, conquistas corazones.

otra

Aaayy... no sabía que las flores andaran... (ésta es de la cosecha del gremio)

Y esta otra, muy simple pero muy bonita que decía Serrat en una de sus canciones. Quién pudiera ser abrigo pa andar contigo.