Bueno, mi ventilador y yo nos entendemos a la perfección, mañana es mi último día de trabajo, y se me acaba de caer un plato el cual milagrosamente no sufrido daño alguno, ¿que más podría pedir?. Bueno, por pedir yo pediría muchas cosas, algunas espirituales y otras muchas materiales, pero me conformo con que un alma caritativa probara a hacer un banner para la cabecera de este blog. No es que no tenga ideas sobre como podría ser, es algo más simple que eso, no controlo el photochop y no me pirro de ganas por meterme a investigar todas sus funciones. Que digo yo que si alguien aceptara tan ingrato encargo, también podría hacer un botoncito para el blog, que no tengo ni tarjeta de presentación ni nada. Gerun, mi benefactora para estos menesteres debe estar de vacaciones, seguro, me la estoy imaginando rebozándose en la arena de la playa (Burdon deja de pensar!). Pero a lo que iba, que nadie me podrá meter envidia puesto que todo este mes de agosto que se nos echa encima lo pasaré de vacaciones, con el consiguiente abandono de este blog, al menos cambiarán los horarios y las frecuencias de posteo.
Dedicaré las 24 horas del día a hacer lo que me plazca con quién me plazca. Espero saber aprovechar el tiempo, poder domesticarlo, tomarme la medicina del tiempo a sorbitos para que me dure más. Puede pasar eso o que el tiempo me domine a mi, obligándome a ir por la estrecha vereda de la responsabilidad.
Naaahh..que corra el alcohol!, que vivan las muejereh!, que vuelen las mariposah!, que el coyote por fin pille al correcaminos!, que suene el Fireball de los Purple!. Yeah!, yeah!.
Hoy es un día señalado para mi. Es algo que se lo contaré a mis nietos, lo reviviré con los míos celebrando el aniversario de tal evento. Daré conferencias en las universidades sobre ello. Hoy me he comprado mi primer ventilador.
Han tenido que pasar veintisiete años para decidiera comprarme un ventilador para mi habitación. Nunca lo creí necesario, como aquel de Bilbao que no le hacía falta espuma para afeitarse. Pero las circunstancias mandan, ¡no pienso dormir ni una noche más en este insoportable infierno!. Fui, miré, comparé y solté el parné. El montaje del ventilador ha servido para darme cuenta de que hasta un chimpancé habría acabado antes que yo. Pero es que no todos los días monta uno su primer ventilador...
Ahora mismo mientras escribo esto, me está dedicando una agradable brisilla. Pero la brisa se va, y luego vuelve, y luego vuelve a irse. Es como si te diera un beso sílbico (lo sé, me lo acabo de inventar), para luego retirar los labios poco a poco y ofrecérselos a otro. Y venga a irse y a venirse (esta expresión es de dos rombos para los de la otra orilla del charco). Este ventilador, no puede ser un ventilador, debe ser una ventiladora, el sexo opuesto del ventilador, es cruel, te lleva al paraíso para luego abandonarte en los más abochornantes infiernos..... Ah, no. Me informan de que la señora ventiladora tiene una opción para quedarse estática, ofreciéndote así las llaves del paraíso eternamente. ¿Entonces, es ventiladora o ventilodoro?. A ver si va a ser hermafrodita, o selenita, ¿funcionarán los ventiladores en la luna?. Lo quedaremos en ventilador de carácter ambiguo.
Los recuerdos que tengo de este aparato son confusos y a la vez selectivos. Recuerdo el ventilador que tenía mi tío en el comedor. ¿Quién no ha jugado a seguir la dirección del viento?. Recuerdo como jugábamos los críos imitando al ventilador soplándonos los unos a los otros, con escupitajos involuntarios por culpa de nuestra transición de dientes de leche a dientes de mala leche. Recuerdo también el ventilador de un funcionario de la Campana (donde se sacan todo tipo permisos para los automóviles). El olor a sudor de funcionario se esparcía por toda la tercera planta gracias a su cascado ventilador, que asco. Y como olvidar la noche que me resfrié por dormir no sé donde con un ventilador enchufado. Eso si lo juntamos con que dormía con el culo al aire, consiguió que me quedara fuera de circulación por unos días. Que recuerdos...
Ah ventilador, creo que este es el comienzo de una espléndida amistad.
La vida e´...como un toro, ¿no?. E´ algo que está en nozotro, tú tiene vida, él tiene vida, nozotro tenemo vida...¿y ello´?. * Nuestra meta es viví largo tiempo, y claro, en el fondo no pretendemo´ viví largo tiempo, pretendemo´ viví a seca´, pretendemo´ viví...si uno intenta viví largo tiempo, el día a día se puede envenená bastante. Pero si uno no intenta cuidarze, tampoco e´ buen plan. No hay que confundí la valentía con la temeridá. *
E´ eza zenzación de tené a un bisho de quinientos kilo´ frente a ti, eza conjunción de planeta´, eze flirteo con la muerte. Y claro, uno llega a hartarze de corré ziempre por el temó de zer corneao por la vida. Un buen día uno decide darze la vuelta e intenta cogé al toro (vida) por los cuerno´. Pero la vida (toro) ze la´ zabe toa´ y te cornea lanzándote a ti y a tu´ delirio´ de grandeza unos cuanto´ metros ma´ allá. Muerde´ er polvo, espeta´ un quejido, y te da por sonreí. No hay nada ma´ desconcertante pa la vida (toro) que reírle sus gracia´. El toro (vida) acabará penzando que una de do´, o ere´ un valiente o ere´ un perfecto gilipollas. Un gilipollas encantador.
* Extracto sacado (y alterado) del Nunca es igual del Alta Suciedad de Calamaro.
El otro día me quedé a ver el programa de Jesús Quintero, (ya no sé si se llama El trotamundos, El vagamundos, Los Ratones coloraos o la madre que los parió). Por lo visto era una especie de refrito de diversas entrevistas que había hecho el Quintero a actores, escritores, freaks en potencia, o toreros. Y en los toreros nos quedamos, aunque el tema sea el típico y tópico de siempre. Ahí estaba Francisco Rivera, (Fran para los amigos), contándole al Quintero los secretos del toreo. Jesús Quintero ya hace rato que le ha soltado varias preguntas de las suyas, con sus correspondientes silencios premeditadamente bohemios. Y le preguntó:
- Fran, ¿qué sientes cuando toreas?. Dijo, o algo así.
Y allí empezó el torero a explayarse. Porque Jesús, no sabes que experiencia más excitante el tener a un toro delante tuyo, esa conexión entre el toro y tú, tú y el toro, esa excitación por saber que le arrebatas tiempo a la muerte...
¿¿Pero de qué coño está hablando??. El toro está ahí, en medio del ruedo, teniendo enfrente a un imitador de Paco Clavel, con sus lucecitas y todo. Está a merced del torero y del público, siempre lo estará. El toro muere en la plaza a manos del torero o en su defecto de sus subalternos, y para más inri, el público rompe a aplaudir si la faena es buena. Pues sí, menuda faena. Si nos ponemos en el pellejo del toro es para echarse a llorar. Te cuidan desde chiquitito, te miman, te dan de comer sabrosos manjares, te sacan a pasear por el campo para jugar con las florecillas silvestres, ¿qué más quieres Baldomero?. Pero nada, como aquí nadie da duros a cuatro pesetas (expresión en vías de extinción), luego pasa lo que pasa. Un día, te sacan de tu pequeño paraíso para llevarte a una plaza de toros con otros pobres ilusos como tú. Te pican para que te cabrees, y patapum, para el matadero, listo para morir antes cientos de ojos expectantes. Eso sí, morirás con todos los honores habidos y por haber. La maté porque era mía, o mío. El caso es que te quiero mucho, pero te mato. ¿Alguien se ha parado a pensar que el disgusto que se lleva el toro con ese repentino cambio debe ser brutal?. ¡Están locos estos romanos!.
Podrán decir que el toro es el animal que goza de mejores cuidados, que si no existiera la Tauromaquia el toro no tendría razón de ser, que sería un simple semental. Dirán que es un arte, que es una costumbre muy arraigada en nuestro folklore, que es una sensación indescriptible. Ya lo creo, por cada pieza deben cobrar un pastón, y de matar matan un montón al cabo del año. Podrán seguir matando todos porque así lo quiere una gran parte de la población, pero por favor, que no nos vendan la moto. Son mercenarios que se venden al mejor postor. Son mercenarios vestidos a lo Paco clavel.
Aunque la letra no tenga nada que ver con el mundo de los toros, si lo tiene el título y el tono. Vaya pues dedicada esta canción de Andrés Calamaro para esos toritos guapos. Ellos nunca podrán elegir si quieren ser o no parte de este circo. Media Verónica.
El azar quiso que nos encontráramos. Él, un jovenzuelo D´artagnan buscaba a otra persona, pero para bien o para mal, se topó conmigo, con el capitán Alatriste. Entablamos conversación y al poco deduje por su nick que debería gustarle la música que me gusta a mi, llamándose Zeppelin lo decía todo. Efectivamente, era un fan de este grupo, de este y de otros muchos. Así pues empezaron a sucederse unos particulares duelos musicales. Él me decía que grupos le gustaban y yo le decía que me parecían, o viceversa. Alguna puñalada trapera me asestó confesando que no conocía a algún archiconocido grupo, el cual no quiero mencionar . Pero se le podía perdonar todo, realmente le gustaba ampliar su gustos musicales. Un auténtico mosquetero en potencia vamos. Los duelos se sucedieron espaciándose cada vez más en el tiempo. Cambió de nombre, pero siguió visitándome en todos los saraos que montaba hasta el día de hoy. Esto del internete tiene muchas cosas efímeras e irreales, pero ahí están excepciones como el amigo Whitor ( por lo del With or without you de U2). Lo conocí con 17 años y ahora va y nos cumple los 21, ( ya tiene edad para emborracharse, sacarse el carnet de vehículos pesados y para emanciparse. El orden de las acciones es lo de menos, of course) convirtiéndose en todo un mosquetero, ágil y saltarín, experimentado espadachín en el noble arte de la música. En realidad, nunca hubo duelo alguno, sólo hubieron muchas ganas de dibujar figuras en el aire con nuestros floretes.
¡Felicidades Adri!, ¡ y que cumplas muchos más!.
Ahí va la letra de una de mis canciones favoritas de uno de tus grupos preferidos. La vereda de la puerta de atrás.
Ovidi Montllor
El nido es una película en que parece que todos tienen trastocados los papeles. El buen hombre lleva tricornio, el hombre que está de vuelta de todo pierde el norte, la niña que debería jugar con los niños juega con los viejos, un cura fumador y con bigote... tal vez fue por eso por lo que me gustó tanto. Dirigida por el prolífico Jaime de Armiñán El Nido cuenta la historia de un Don Alejandro (Héctor Alterio), un director de orquesta retirado que se encierra en su casa de campo después de la muerte de su esposa. A raíz de un inocente juego de notas enigmáticas conoce a Goyita (Ana Torrent) , una niña de trece años aficionada a los pájaros. El argumento se centra en la extraña relación que tienen Don Alejandro y Goyita, la niña que en ocasiones se desmadra con su juego perverso, donde Alejandro es su fiel compañero de juegos. Hasta ahí bien, Héctor Alterio hace un espléndido papel de hombre desesperado por el vacío devorador que siente cuando no está con Goyita. Ana Torrent por su parte está desconcertante, perversa, con esa mirada tan turbadora, (con lo maja simpática que se la ve ahora de mayorcita). Luego también aparecen gente como Amparo Baró (Siete vidas) que da vida a Fuen, la madre de Goyita, Luis Politti, (Don Eladio) un argentino que interpreta a un cura, del que, curiosamente, es amigo del ateo de Alejandro. Su papel es entrañable, con la particularidad de verlo vestido de cura y con bigote. Habéis visto alguna vez un cura con bigote, ¿sí?, ¿y un torero con bigote?, ¿a qué eso no lo habéis visto?. Pues eso. A lo que iba, también sale entre otros Ovidi Montllor haciendo el papel de Manuel, el padre de Goyita. Ovidi compaginó varias facetas en su vida, la de poeta, la de cantautor y la de actor. Esta última no lo hacía nada mal. En el Nido interpreta a un guardia civil que se deja manejar por su sargento, interpretado (como no) por Agustín Gónzalez, (el papel de guardia civil lo borda). Por manejar se deja manejar por su familia, tratándolo su mujer con desprecio, siendo incapaz de imponer autoridad ante sus hijas. Un guardia civil rechaza el método autoritario, toda una rareza de la naturaleza.
Ahora os tengo que avisar que voy a contar una escena de la película. Si no la habéis visto y no os gusta que os chafen las escenas de las películas es mejor que no sigáis leyendo. El que avisa no es traidor. ¿Sí?, ¿no os importa?, pues adelante.
Hay una escena en esta película que me ha conmovido como pocas. Es cuando la familia de Goyita están cenando alrededor de la mesa y los padres se enteran de las andanzas de su hija. La madre le recrimina a Manuel que no se impone nunca con la niña, que siempre tiene que hacerlo todo ella. Hasta entonces Manuel siempre había respondido a las recriminaciones de su mujer bajando la cabeza e intentando poner paz en la mesa con poco éxito. Pero aquella noche no pudo aguantar más. Se levantó de la mesa con genio y mandó levantarse a Goyita de la mesa para que fuera a la habitación de al lado. Manuel se desabrochó el cinturón ante la puerta para que pudiera verla su mujer complaciente. Cerró la puerta y mandó a su hija que se echara en la cama boca abajo. Goyita no podía creer lo que iba a hacer su padre, no era propio de él, nunca le había pegado ni levantado la voz. Asustada, se estiró en la cama esperando el primer impacto del cinturón en su delicada espalda. Y empezó a zurrarla con el cinturón. Pero no, no la estaba pegando, estaba dando latigazos a la cama, Goyita se quedó perpleja por un momento, giró la cabeza y vio como su padre zurraba a la cama. Este le respondió con una mirada cómplice, tan generosa, tan compasiva... Me pareció el guardia civil más bueno del mundo. Esa escena me llegó tanto, que hasta alguna lagrimilla traicionera se me escapó. Mientras tanto la madre hizo un comentario que está a caballo entre lo trágico y lo cómico.
– Mírala, no grita ni nada, que jodía...
Si todavía no habéis visto esta película ya estáis tardando.
Las moscas, de Lorenzo Goñi.
Llevo unos días con la mosca detrás de la oreja, y lo digo literalmente. Parece ser que al subir las temperaturas las moscas no saben que hacer con su vida y no tienen otra cosa que dedicarse a molestar al primer pringado que se le presente. Pues servidor debe ser el rey de los pringados porque no paran de atosigarme. Se me pasean por delante de mis narices, por mi hombro, por mi espalda... se ganan a pulso la expresión que, gracias a ellas hemos acuñado. Son unas putas moscas cojoneras.
Y digo yo, si Dios todo poderoso nos puso dos orejas para que escucháramos en stereo, dos ojos para hacer chiribitas a lo Marujita Díaz, y una nariz con dos orificios, (ahí lo bordó, si falla un orificio que al menos te quede otro, no vaya ser que te ahogues por el camino). ¿Por qué Dios no nos proporcionó un espanta moscas??. Porque no me vale con espantarlas a manotazos, yo tengo cosas más importantes que hacer que ir espantando moscas a manotazos. Fijaros en la vacas, ellas en ese aspecto son perfectas, utilizan su rabo como espantamoscas, gracias a su rabo pueden seguir pastando como si tal cosa. ¡Yo quiero un rabo!. Bueno, tener ya tengo, pero me refiero a uno que salga justo antes de que la espalda pierda su nombre. Con lo que fardaría yo con mi rabo, haciendo filigranas en el aire, saludando con él a alguien mientras leo un libro, sacando el polvo de las estanterías...
O si no fuese posible tal maravilla, que me hiciera un apaño y alargara mi otro rabo, (con perdón) como el de una escultura Azteca que vi una vez en la Expo 92. La escultura era la de un guerrero que lucía su largo rabo enroscado por todo su cuerpo, como si de una serpiente se tratase. Estoy seguro que Dios en su día nos proporcionó ese rab..., ese don, (a las pruebas me remito) sabiendo de antemano (que para eso es Dios, padre de todas las criaturas) que las moscas nos incordiarían. Pero me juego toda mi colección de cromos de Cañita Brava, que por algún motivo Dios nos castigó y nos la redujo hasta nuestro tamaño actual.
En fin, paciencia, relax...dejad que las moscas vengan a mi.
Nada más entrar por la puerta de casa Susana vio con una escena que no podía soportar, se encontró a Santiago estirado en el sofá , con ella, los dos enroscados en el sofá.
- Santiago Ramos Malonda, hasta aquí hemos llegado. He pasado un día horrible en el trabajo, ¿y qué me encuentro?, que el señorito no es capaz de darle puerta a su inseparable amiga, ¡siempre estás con ella!, ¡si casi estás más tiempo con ella que conmigo!. Yo no puedo seguir así Santi, yo me merezco algo más, me merezco una relación más normal, más estable. Me voy a casa de mi madre, mañana pasaré por aquí con mi hermana para recoger las cosas.
- Pero..
- ¡¡Plaff!!
Y el portazo sonó como un signo de interrogación, como en la canción del Sabina. Santiago no tuvo tiempo de explicarle nada, no entendía a qué venía todo aquello, sólo se había echado una pequeña siesta con su pequeña Manta. Manta era como su propio nombre indica, una manta. Santiago la tenía a su lado desde que tuvo uso de razón, ya no recuerda como llegó Manta a su vida, simplemente un buen día estuvo allí para arroparlo en los días de invierno, en aquellos días en los que pasaba la varicela, el sarampión, o una simple gripe. Tal era su relación con Manta que se la había llevado de camping, estuvo presente el día que lo hizo por primera vez con Azucena, la chica que le daba por aquel entonces clases de repaso. Santiago aquella noche decidió dar otro tipo de clases, repasaron la materia bien repasada hasta que lo tuvieron todo minimamente aprendido. Y allí estuvo Manta para resguardarlos del frío.
Santiago se ha llegado a llevar a Manta hasta a la oficina, sobre todo los días que se estropeaba la calefacción. Hasta en la playa le ha hecho compañía, colocándola como esterilla para dejar las bolsas y los cacharros. A Susana nunca le gustó que su novio fuera incapaz de separarse de su manta en todo el día, no lo veía lógico. Eran adultos, los adultos no van paseándose por ahí con sus mantitas, pensaba ella. Lo que no sabía Susana es que aquella manta fue la única compañera de Santiago en los momentos difíciles, ella fue la que recogió sus lágrimas furtivas, las que nadie pudo ver, ella fue la que le arropó, la que le escuchó, la que siempre le consoló. Los siguientes días a la ruptura fueron duros para Santiago, quería a Susana pero también quería a Manta, odiaba tener que elegir a una de las dos. Manta nunca le habría puesto en ese compromiso.
Pasaron los días, las semanas, los meses...hasta que Santiago conoció a Inés, una chica que no se separaba nunca de Marcelo, su mantón de Manila. Le puso Marcelo para hacerse la ilusión que siempre que se lo ponía le estaba abrazando por detrás un apuesto hombre, el hombre que nunca acababa de llegar. Tal fue su conexión, que se fueron a vivir juntos, dejando que Manta y Marcelo se hicieran compañía mutuamente. Santiago sería el hombre que abrazaría por detrás a Inés empapándola en besos, mientras que Inés sería la mujer con la que Santiago se enroscaría en el sofá tardes enteras.
Linus forever.
Antes de nada aclararé para los que no lo sepan., porqué tengo una categoría llamada Musicopatía en este blog. En este apartado de posts no hablo sobre música, sino la psicopatía que sufro cuando escucho cierto tipo de música. De ahí viene lo de musicopatía.
El milagro sucedió, después de años buscando una página dedicada a la efímera pero a la vez demoledora banda de Los Ronaldos, ¡he encontrado la web personal de Coque Malla!. Lleva desde mayo en marcha sino me equivoco y todavía para mi gusto le faltarían más contenidos, pero a pesar de todo tiene cosas interesantes. Los escritos son del puño y letra del propio Coque. Sobre todo habla de su nuevo trabajo, el libro-disco Sueños, un inquietante disco donde mezcla sus propios sueños con la realidad, o viceversa. También tiene un pequeño (pequeñísimo) apartado donde habla de los Ronaldos donde deja caer la idea de una posible reunión del grupo. Tiene una sección donde se pueden escuchar algunos extractos de su último disco y de el anterior (Paula me gusta mucho). También tiene un apartado donde puedes ver un par de videoclips y un cortometraje que hizo en el 93 junto a Ariadna Gil. Os recomiendo que veáis el corto, para mi gusto Coque supera a Ariadna Gil en la interpretación, tiene carisma, se le da bien ponerse delante de las cámaras. Ariadna Gil ( mito sexual para mi desde que la vi en Belle Epoque cabalgar encima de Jorge Sanz, vestida de soldado y soplando una corneta. Sopla!! soplaaaaahhh!. Diosss..) estuvo fría, como en la mayoría de sus interpretaciones, o qué sé yo, será que ella es así. Os advierto, el sonido y la imagen es un poco penosa, pero el corto en sí es muy divertido. Cuantas cosas pensamos los unos de los otros y no nos atrevemos a contarlo. Ahí va el enlace del corto. El columpio.
Pero están las canciones, las canciones que hizo con los Ronaldos, himnos generacionales que la gente adoptó en su día. Lo que muchos ignoran es que detrás de esos himnos había un gran grupo. Sacaron cinco discos de estudio y un en directo (Quiero que estemos cerca) donde tocaban sus temas más conocidos en formato acústico.
Los Ronaldos. 1987. Su primer disco lo titularon como el nombre de la banda (para qué complicarse la vida). Es su disco más rocanrolero, sonando desde el principio a Ronaldos, sus guitarras son inconfundibles. Mis temas preferidos son Si os vais, sé donde estás , Quiero más, Me gustan las cerezas...pensándolo bien el disco entero vale la pena, las canciones suenan potentes, van directas al grano. Tan potentes y bestias eran que más de un problema tuvieron con canciones como Sí, sí donde algunos colectivos feministas acusaron al grupo de hacer apología de la violación.
Estás haciendo mal y no sé lo que va a pasar.
Tendría que besarte, desnudarte
Pegarte y luego violarte
Hasta que digas sí
Hombre, leído así, si nos limitamos simplemente a leer la letra, la cosa suena mal. Hay que escuchar la canción para entender el tono de la canción. Cada uno que piense lo que quiera.
Saca la Lengua. 1988.Saca la lengua es un desparrame de guitarras y de descaro, es el salto definitivo a la fama. Que vamos a hacer, Por las noches, Adiós papa... canciones hicieron que los Ronaldos fueran un grupo de primera línea, algo que no conseguirían nunca mis adorados Enemigos, sus eternos teloneros y amigos, (teloneros de lujo diría yo). La discografía de los Enemigos es mucho más extensa que la de los Ronaldos, con la particularidad de no haber llegado nunca ninguno de sus discos a las 50.000 copias, algo que ha conseguido hasta el triunfito más malo. Que triste. Los Ronaldos consiguieron un éxito aplastante, pero luego en mi opinión después de este disco se les ignoró bastante. Como curiosidad en este disco decir que hacen una versión del Rock del cayetano de los Pata Negra.
Sabor Salado. 1990.Este disco fue el último que escuché de ellos, no sabía de nadie que lo tuviera, en las tiendas el disco estaba descatalogado, era como si lo hubieran borrado de la faz de la tierra, ¡y resulta que es muy bueno!.
Con Quiero que estemos pegados demuestran que han ganado terreno en los arreglos de las canciones, el piano le queda de muerte, incluyen más ritmos y sonidos a su música. Que gran canción. Con Sara ya tiene un amigo continúan dándole caña a las guitarras, Luis Martín, el guitarrista solista es un puto genio, y Ricardo Moreno a la batería, también. Ya no me engañas tiene un ritmo frenético, en Sabor salado se acercan al funky más chulesco, Luis García se luce al bajo. El disco lo cierran con En el próximo, una canción donde presentan a todos los músicos que han tocado en el disco a ritmo sabrosón. Lo mejor es cuando se ponen a cantar al más puro estilo teleñecos, resulta muy gracioso.
Este disco, 0, tenía que ser EL DISCO de los Ronaldos, tenían pensado hacer un gran disco, que poseyera un sonido perfecto y a la vez complejo. Tan complejo resultó, que casi salen tarumbas perdidos con la realización del disco (según sus propias palabras). El resultado del disco es un disco lleno de reminiscencias Beatlenianas, con partes instrumentales, poseedor de una atmosfera creada especialmente para este disco, lleno de perlas que lo han convertido en disco de culto (al menos para mi). El disco empieza con una música instrumental, casi celestial, para luego entrar con las guitarras y la batería a todo trapo. Se trata de Ya volverán. Esperando un milagro te la canto yo a ti aquí y en Madrid. Cero es una canción donde habla del perdedor que quiere dejar de serlo. Coque tiene tendencia a componer canciones donde habla sobre los perdedores, los segundones. Arboles cruzados es la historia de un amor idílico, donde las sillas tienen las patas de mentira y las camas no tienen almohadas. El comienzo de Así no se vive bien me encanta con esos redobles de tambor, esos ulalalas, esos coros...La fábrica del amor es otra de mis preferidas. Recuerda dime como és, la fábrica del amoooor, Emilio recueeeerdaaaaa... Y el Tu verás , y hasta el Final del disco. No puedo ser objetivo, este disco es ya un clásico para mi.
Idiota. 1994.Este fue su último disco de estudio, su música se dispersó abarcando diferentes estilos como el hip hop en ¿Quién anda ahí?, o el rapeo que se marca Coque en Idiota. Son temas llamativos pero no están a la altura otros temas del pasado. Hay un trozo que me gusta mucho en Nunca me olvidaré de tí, una canción donde juegan con el reggae.
Se me ha olvidado mi destino
Se me ha olvidado si lo tenía
Se me olvida dejar el barro en el portal
Y se me olvida echar el aire al respirar
Se me olvida dejar un rato de pensar
Pero, nunca me olvidaré de tí.
Y no cantaré fue uno de sus último singles, si no fue el último. Es una rumbita fresca, con palabras tan pegadizas como estas. (Sería una premonición?).
Y no cantaré mucho, y no cantaré nada
Y no cantaré más que lo que me de la gana.
Ahora soy un puzzle, Volveré, Yo detrás, Tú sólo piensa en tí (cantada a dúo con Andrés Calamaro), todos estos temas tienen un punto intimista y melancólico. Rompe el suelo es otro acercamiento al funky, está bien, pero ya no son los Ronaldos de sus inicios. El disco acaba con Busco un lugar soleado, otra rumbita amable que deja buen sabor de boca y por último Mi china, una canción que hasta me atreví a cantar guitarra en mano. Ver para creer.
Han pasado diez años desde la disolución del grupo, desde entonces Coque Malla ha tenido ausencias notables en el mundo de la música. Sacó su primer disco en solitario en el 99, Soy un astronauta más. Luego se dedicó a tocar en pequeños locales con su amigo Alex Olmedo (La Naranja China) haciéndose llamar Las Mentiras. Y ahora como dije al principio del post acaba de sacar su nuevo trabajo después de cinco años, (se lo toma con calma también el hombre) Sueños.
Hola soy Burdon, de los Burdon de toda la vida y tengo un problema. Soy un melómano de cuidado. Me gusta la Credeence, Jimi Hendrix, Jimmy Page, Manu Chao, ¡Rafaelillo Amador!. Me gustan los Ronaldos. Me gustan las cerezas, ¡me gustas tú!.
Pini me pidió a gritos que la invitara a unas sesiones de relajación, así que la cogí de la mano y me la llevé a Calella de Palafrugell, un pintoresco pueblo de la costa brava. La decisión de llevármela a algún lado fue dicho y hecho, ocurrió todo tan rápido que nos fuimos a las cuatro de la tarde, con toda la fuerza de la calor. Apenas mediamos palabra en todo el viaje, el destino era un secreto.
Después de poco más de una hora de viaje llegamos al centro del pueblo pasando por el bonito paseo marítimo que tiene. Dejé el coche donde pude y nos fuimos en busca de una terraza a la fresca. No tuvimos que andar mucho hasta encontrar la primera terraza, y allí nos quedamos, pudiendo elegir entre un montón de mesas libres. La sombra que nos cobijaba era la que nos daba una parra que se había enredado caprichosamente con el paso de los años en unos alambres. Era una buena sombra puesto que dejaba que corriera la brisa del mar calle arriba. Nos pedimos unas cervecitas bien frescas y algo para picar. La cara de Pini era todo un poema, los zapatos la estaban matando. Decidimos que después de las cervezas buscaríamos en las tiendas del pueblo unas espardenyas, el calzado típico de aquí. Las espardenyas son unas zapatillas de tela con la suela de esparto, son cómodas, nunca pasan de moda, y lo mejor de todo, son baratas. Mientras charlamos de nuestras cosas nos fijamos como al otro lado de la calle jugaban unos niños a ladrones y ministros. Uno de los niños se quejaba que estaba harto de ser ministro. Digo yo que para los verdad no caerá esa breva.
Cuando nos levantamos de la terraza ya era la hora en la que volvían a abrir las tiendas, y allá nos fuimos, en busca de la espardenya perdida. Pasamos por la plaza del pueblo echando a suertes que calle escogeríamos primero para buscar una tienda donde vendieran espardenyas. Salió elegida la calle estrecha de los geranios. La calle estrecha de los geranios era preciosa. Los balcones de las casas lucían geranios en sus tiestos colgantes, el blanco de las paredes contrastaba con el azul intenso del cielo, bonita estampa, sino fuera porque a Pini se le atascaba la punta de un tacón entre las miles de piedrecitas que sembraban la calle. La tenía que coger del brazo para que no cayera, pero si tropezaba lo hacía con una gracia sin igual estabilizándose luego como si nada. Al rato avistamos una tienda de estas para turistas donde tenían expuestas una serie de zapatillas, entre ellas se encontraban las típicas espardenyas. Pini sólo tuvo que escoger el color y el número, yo me encargué del resto. De camino a la playa le dije que a Pini que ya no hacía falta que me cogiera del brazo, ahora podía moverse a placer. No me hizo ni caso, al contrario, cambió de tema contándome que en su país los pibes para ligarse a las pibitas hacían un juego de miradas mientras enseñaban las paletas delanteras de los dientes, mordiendo así su labio inferior. Instintivamente recogí el dato al vuelo y usé el sistema con el primer grupo de muchachas que se nos cruzaron por la calle. Las pobres al ver mis levantamientos de cejas y mis paletas de conejo me miraron con cara entre de asco y asombro, se agarraron fuertemente unas a otras y aligeraron el paso. Evidentemente tenía que practicar más el levantamiento de cejas.
Al llegar a la playa nos descalzamos y dimos un paseo por la orilla del mar. Pini empezó a contarme mil y una cosas de las costumbres de allá y de acá. Yo de vez en cuando aportaba datos insulsos como comentar el precio de los zumos Fruco, demostrando una vez más lo mal amueblada que está mi cabeza. Y así, entre un café por aquí y un heladito por allá, la noche se nos echó encima. Esa misma noche actuaban un conocido grupo de habaneras en la playa. Los vecinos de otros pueblos se acercarían a la playa de Palafrugell para escuchar el canto cadencioso de las habaneras. Invité a Pini a que se sentara en la arena con el resto de la gente mientras iba al puesto donde hacían cremats para todos. El cremat es una bebida caliente a base de ron, café, piel de limón y azúcar que se flambea hasta la casi completa combustión del alcohol. Cuando volví con los dos cremats la playa ya estaba literalmente ocupada por cientos y cientos de personas que aguardaban que empezaran las habaneras. La brisa de la noche se agradecía, las habaneras y el cremat fueron unos ingredientes que servían como colofón para la sesión de relajación de Miss Pini. Después de que se acabara todo, después de que se fueran todos, nos pusimos a contar las estrellas. Yo todavía sigo allí, contándolas. Siempre acabo perdiendo la cuenta.
¿Te apetecería dar un paseo virtual por Calella de Palafrugell?. Pues avanti.
Llevo unos días torpe, congestionado, con la cabeza como un bombo. Esta mañana me he dado un golpe en la cabeza de la manera más tonta, me he hecho una brecha en la cabeza. Me llevé las manos a la cabeza intentando disimular el pedazo de golpetazo que me había dado en una falsa maniobra con una de mis herramientas. Las manos se me mancharon de sangre. Si hubiera sido mi amigo Genís habría caído en redondo al suelo, no soporta la visión de la sangre, le entra un mal cuerpo que puede llevarle hasta el desmayo, más de una vez he tenido cogerlo al vuelo antes de que se precipitara al suelo. Lo más curioso es que Genís tenía la ilusión de ser bombero, yo siempre le he dicho que está loco, que lo suyo es como meterse en la boca del lobo. Es como una noticia que han dado no hace mucho en la tele. Contaban que todavía hay pescadores que no saben nadar, son más que nada hombres de edad avanzada. Menudo full.
Hoy he tenido una conversación con mi jefe sobre temas tan triviales como el dinero y las vacaciones. Ah los jefes... los jefes son como los guardia civiles, no son como tú y como yo, son como de otra raza, de otro mundo. En el inicio de la conversación cuando apenas pude decir una frase completa sobre lo que quería ya me estaba despachando con un apretón de manos. Soooo!! caballo, que tenemos que parlamentar. Fumemos la pipa de la paz, fumemos... que si estoy orgulloso de ti, que si patatín que si patatán... - ¿y el dinero?. - Ah, ¿pero no te he dicho lo contento que estoy contigo y lo bueno que eres?. - Si, ¿pero, y el dinero qué?.
Después de tres o cuatros afirmaciones de lo orgulloso que estaba, de las cinco o seis palabras de hombres que me obligó a que asintiera, y de no sé cuantos apretones de manos, llegamos a un acuerdo. Más te vale, gañan.
Ya suenan los tambores de guerra. Queremos pan, queremos vino, queremos al jefe...
Hace poco me vi reflejado por el espejo retrovisor del coche. Miraba de reojo al coche de atrás y a la vez a mi mismo. Me escondía detrás de unas gafas de sol, enseñando unos dientes blancos, tan blancos como los de un niño. Mis palas delanteras son relativamente más grandes que el resto de mis incisivos, pero no son ni mucho menos tan grandes como las palas de Dani, un niño que iba a mi clase y que se llevaron en mitad de la EGB. Dani era poseedor de las palas delanteras más grandes que he visto en mi vida. El chico debería tener complejo de Bugs Bunny, era casi imposible que cerrara la boca sin que se asomaran al menos las puntas de aquellos grandiosos incisivos. A menudo me imaginaba a Dani como si fuera un conejo en busca de una zanahoria, olisqueando entre la hierba, mordisqueando los tubérculos semienterrados en la tierra.
He conocido sonrisas amables, espontáneas, sonrisas forzadas, tímidas sonrisas, todas tienen su encanto, bueno, menos las forzadas. No es que quiera hacer un estudio sobre los dientes y las sonrisas, más bien lo estoy mezclando todo, pero creo que al igual que los ojos dicen mucho de uno, las sonrisas pueden decir mucho de las personas, las bocas en general, las comisuras de los labios que delatan ese punto amargo, ese punto de inocencia, ese punto de mala leche, son el reflejo de nuestra personalidad.
Cuando he dormido fuera de casa me he sentido como desprotegido sin mi cepillo de dientes, para mi, aunque se deba cepillar uno varias veces al día los dientes, el mejor momento para cepillarmelos es por la noche. En ocasiones a falta de cepillo en territorio comanche he tenido que usar mi dedo índice como sustituto de mi cepillo habitual, usando una pasta de dientes ajena claro.
Sigo teniendo los dientes blancos como los de un niño, pero eso no quita que se resienta mi columna vertebral cuando abuso de mis ejercicios diarios de contorsionismo. Y lo peor de todo, acabo de levantarme con un catarro de la ostia. Y encima, llueve.
Escuchando el clásico Summertime interpretado por The Zombies. Acabo de unir los cabos sueltos que tenía con este grupo, ¡pero si este grupo es la leche!. Resulta que conozco algunos de sus temas pero no sabía que eran ellos quien los tocaban. Recuerdan a The Animals con ese organillo tan característico. Escuchar She´s not there (la versionó Santana en su día), escuchar Time of the season (esta la conocéis todos, fijo), o sino escuchar Just Out of Reach / Come on Time. Esta gente eran y son jodidamente buenos.
¿Si yo os dijera que Paco Ibáñez (el cantautor) fue el revulsivo que desencadenó el inicio de lo que hoy entendemos por rock español, que me diríais?.
En 1970 actuó el cantautor en Buenos Aires, unas amigas fueron a verle acompañadas de sus respectivos hijos que tenían poco más que 10 años. Esos niños no eran otros que Alejo Stivel y Ariel Rot, los fundadores del mítico grupo Tequila. Aquel fue su primer encuentro, no se conocían de nada pero coincidieron en que el tipo de música que hacía Paco Ibáñez no era lo suyo. En el 76 sus familias decidieron instalarse en España viendo el desolador panorama que se estaba gestando en Argentina . Y así fue como los chavales fueron a parar a un país más que adormecido en lo que se refiere al rock. Allí conocieron a Felipe Lipe (bajista y hermano de Rafa, el guitarrista de los Hombres G) y a Julián Infante ( guitarra). Tocaban en un grupo llamado Spoonful blues band, y luego después de diversos cambios de integrantes y de nombres, quedó formada la banda por Ariel a la guitarra solista, Alejo sería el vocalista, Felipe al bajo, Julián Infante a la guitarra y por último Manolo Iglesias a la batería.
El plan de Ariel y Alejo era hacer un rock sencillito pero efectivo, creían que podría funcionar en una España plagada de Pecos, Camilo Sestos y demás espantos. El rock en España era mucho más underground de lo que ahora es. Adoptaron las bases rítmicas de los Stones, por adoptar hasta adoptaron su imagen desenfadada y de estrellonas, pero cantando en español. Alejo era todo nervio, se movía por el escenario dando saltos y contoneándose con descaro, Ariel y Julián marcaban unas guitarras espléndidas y frescas, inspiradas diría yo. Y el bajo y la batería?, el ritmo del bajo y la batería eran demenciales, tocaban a mil revoluciones, ¡eran el desparrame total!.
Su discografía cuenta con cuatro discos (un disco sacado en Japón no cuenta). Su carrera fue corta pero intensa, salían en la tele a cada dos por tres, les llamaban de todas las puntas del mapa para actuar, y la novedad que surgió con el grupo fue el fenómeno de las fans, cientos y cientos de quinceañeras suspiraban por sus nuevas estrellas. La cosa se les salió de madre, acabaron echando a Felipe por desfases con las drogas y luego a Manolo..llegó a tocar el bajo Alex de la Nuez (el de Alex y Christina) en sustitución de Felipe. Ariel harto de ver como el grupo iba a la deriva decidió abandonar el grupo y ese fue el final de Tequila. La crítica en su día los acusó de ser un producto para fans, en cierto modo, así fue, pero... ¿y las canciones?, ¿¿acaso no tenían talento para la música?? . Y que decir de las letras, son claras, no se andan con rodeos, cuentan las pequeñas historias que le podían pasar a un chaval de a finales de los 70 y principios de los 80, amores, desamores, la relación con las instituciones públicas, la relación con sus padres y amigos, o simplemente hablar de lo que sienten ellos mismos. Lo que tienen de grande las letras de Tequila es que lo que cuentan sigue pasando hoy en día, no tienen fecha de caducidad.
Salta!! es un tema que invita a eso mismo, a saltar, a brincar y a moverse siguiendo la letra y el ese ritmillo tan endiabladamente pegadizo. Escucha Salta aquí. En Matrícula de honor cuentan lo aburrido que es asistir a clases.
Nueve de la mañana, ya suena la campana
a clase tenemos que entrar
No importa si nos gusta, o acaso nos disgusta
nadie te lo va a preguntar
marchando para adentro, no puedo soportar
pensar que un día entero me tengo que tragar
Los profes van pidiendo un buen comportamiento
hablando y hablando sin parar
Son viejos y aburridos que cruz me tengo que aguantar
me entra por una oreja, por la otra se me va
un día en el colegio...es un muermo total!!
Me vuelvo loco es una canción tan tan matadora... con un ritmo frenético de rock and roll y unas ganas tremendas de eludir la rutina cantando. Este tema lo versionó el inefable Carlos goñi (alias quiero ser el boss español). La versión la hizo para Mucho Tequila! el disco homenaje a Tequila que hicieron en el 96. Veinte grupos versionaron sus canciones más conocidas. Y yo que sé la versionaron para el mismo disco homenaje de Tequila los Platero y tu junto con los Extremoduro, es para mi una de las mejores versiones del disco junto con la de Los piratas que versionaron Las cosas que pasan hoy. En Me voy de casa cuentan levantan el vuelo del nido familiar, siempre roncaroleando.
Bueno, bueno, bueno, bueno, vamos a ver
esto me imagino que lo van a entender
era inevitable tenia que ocurrir
ahora soy yo mismo quien decide por mi
cogeré mis cosas y me largo ya
"Hogar dulce hogar" no me lo creo mas...
En Nena cuentan lo difícil que a veces entender a las mujeres. Y es que todo el mundo lo sabe ya, las mujeres son mu malas.
Tu dices que me quieres y que me amas con pasión...
palabras muy bonitas a la noche y con alcohol
Y luego a la mañana entre sueño y mal humor...
me echas a la calle, quién te entiende??? Dímelo!!...
Nena!!
Nena!!
Dime que me quieres es más de lo mismo, pero y que me decís del estribillo, ¡aaaaaaaaahhh! ¡dime que me quieres!. Ya soy mayor es una de esas canciones donde bajan los decibelios y reflexionan sobre el paso de niño a adulto.
Algo he perdido, y algo gané
algo que yo no se explicar muy bien que es
Quizas un sueño, que por otro cambié
y alguna foto que quité de la pared
Quiero besarte es funky funky, el bajo me encanta, es súper sexual, quiero quiero besarte, quiero quiero besarte.... ¿Y el Rock & Roll en la plaza del pueblo qué?. Es una de sus canciones más conocidas. Tequila pide bailar rock and roll en los pueblos de toda España, nada más lejos de la realidad.
Un poco más de rollo, no vendría mal
un poco más de rollo nene, no vendría mal
si no estoy colocado, no puedo tocar
El rock está en mi cuerpo
y a mi me hace vibrar
saltar y desmadrarme
me puedo liberar
Si el rock está en tu cuerpo
salgamos a bailar
Escúchala aquí.
De los componentes de Tequila murieron Manolo Iglesias en el 94 victima del sida y recientemente Julián Infante. Felipe pasó muchos años viviendo por el lado más bestia de la vida. Alejo Stivel es ahora un conocido productor que produce a la mitad de los grupos que salen ahora, siempre orientado en todo lo que se refiere a lo comercial. Uno de sus últimos trabajos ha sido producir el disco de Rosa. Que se pare el mundo aquí mismo que yo me quiero bajar... Ariel Rot sin embargo probó suerte iniciando una carrera en solitario, sacó un par de discos que pasaron desapercibidos para el gran público, luego formó parte de la gran banda de los 90, Los Rodríguez junto a Andrés Calamaro, Julián Infante and company, un grupo que nos dejó canciones memorables. Después de la brillante época con los Rodríguez volvió a reiniciar su carrera en solitario habiendo sacado hasta la fecha tres discos, todos y cada uno de ellos son pequeñas joyas listas para ser descubiertas. Yo ya hace tiempo que las descubrí.
Andrés Calamaro, Ariel Rot, Alejo Stivel, Sergio Makaroff (este tío me cae de puta madre), Andy Chango, Coti, Fito Paez (cuñado de Ariel Rot), Charly García.. estos y muchos otros artistas argentinos se han unido entre ellos en diferentes proyectos y grupos que se han visto reflejados muchos de ellos en España. Aquí hay un buen enlace donde cuentan las conexiones entre unos y otros.
Los 40 principales hizo una lista con 40 españoles que han hecho historia en la música española. Allí está Tequila como uno de los grupos que han hecho historia en el mundo del pop rock nacional. A Sabina lo ponen por las nubes como
letrista, no es para menos. A Kiko Veneno le dan un puesto de honor dentro de la lista calificándolo como clave en el la música española de estos últimos 25 años. Luego hay otros que no sé muy bien que hacen ahí o grupos que hecho en falta, pero el que me repatea la cara es Enriquito Iglesias que se ha colado en la lista de artistas ilustres gracias a los millones de discos que ha vendido. Su éxito no es gracias a su música precisamente, pero ahí está.
Este año se cumplen los 50 años del rock and roll. Pero España necesitó que pasara 25 años para que llegaran un par de argentinos, formaran un grupo con unos españoles para poder desvirgar de una vez por todas a nuestro país en lo que se refiere al rock como dijo una vez Diego A. Manrique.
Ahora en el verano una de las alternativas para soportar mejor el calor aparte de la piscina y la playa es el cine. Te metes en una de las muchas multisalas que hay y te pones a ver la película en cuestión a una temperatura ideal, el aire acondicionado de los cines es cojonudo.
Una vez , una de las pocas veces que he ido a ver una película solo, se me acercó una de las chicas que trabajan como acomodadoras del cine y se sentó un rato a mi lado. Se Cruzó de piernas y brazos para ver un rato la película, complaciente, sabiendo de antemano lo que iba a suceder. Sonreía con cada guiño que mostraba la película, y cuando le escena era emotiva permanecía quieta mirando a la pantalla. Dejé de mirarla por un momento para no que no advirtiese que la estaba observando de reojo. La escena de la acomodadora mirando con devoción la pantalla de cine me recordó inevitablemente una espléndida película de Woody Allen, La Rosa Púrpura del Cairo. Cecilia (Mia Farrow) es una mujer que se refugia en el mundo del cine, en las historias románticas, los besos de cine, la vida glamurosa que mostraba el cine en los años 30. A Cecilia le gustó tanto La rosa Púrpura del Cairo que casi llegó a ver treinta veces la misma película. Un día, Tom Baxter (Jeff Daniels), el protagonista de la película que tiene encandilada a Cecilia, consigue traspasar la pantalla del cine para conocer a Cecilia.
La película es hermosa y amarga a la vez, aderezado con esos toques de humor tan inteligentes de Allen. La película es una dura crítica al mundo del cine en sí, de proyectar un mundo irreal .
«CECILIA: Verás... Aquí la gente envejece y muere y... y nunca encuentran el verdadero amor.
TOM BAXTER: De donde yo vengo las personas nunca te desilusionan. Son consecuentes, siempre puedes contar con ellos.
CECILIA: Así no encontrarás a nadie en la vida real.»
La película en definitiva es conmovedora, como la mayoría de películas de Woody Allen. La acomodadora se levantó de su asiento y me dijo al oído; - No se te ocurra dormirte, ¿eh?. Y se fue. Ayer fui a ver Harry Potter y el prisionero de Azkaban con mi hermana, le encantó. Se rió con las situaciones cómicas, se asombró con la magia de los pequeños brujos, pasó miedo con los dementores y los feroces hombres lobo. Dice que quiere ser Hermione, la amiga marisabidilla de Harry Potter, yo creo que le va el personaje al dedillo. La cosa es dejarse llevar un rato por la fantasía del cine.
En verano sale a relucir mi faceta Aquaman, necesito beber agua casi tanto como el respirar. A lo largo del día bebo por la mañana, por el mediodía, por la tarde, por la noche, por la madrugada, en las comidas, en el trabajo...todavía no me he parado a contabilizar los litros de agua que bebo al día pero deben ser bastante más que lo que puedan beber de media el resto de la gente.
Conseguir agua y sobre todo fresca en según que sitios y que situaciones puede ser toda una odisea. Sé de un señor mayor que llevaba siempre a su vera una garrafa de legia como botella de agua. Así, cual alguien se le acercaba a preguntarle si tenía agua para un sediento les respondía señalando la garrafa con un desafiante, ahí está . Los sedientos declinaban el ofrecimiento y desaparecían de allí en busca de un poco de oro líquido. Tal vez el motivo de usar tal artimaña para que no le arrebatasen el agua fuera porque hizo la mili en la ya fantasmal Sidi Ifni (recomiendo el enlace).
Tengo innumerables anécdotas que me han pasado por culpa de mi insaciable sensación de sed, pero tampoco voy a ponerme a contarlas todas que sino acabo alargándome con los post, como siempre. Pero si puedo hacer un pequeño homenaje a un utensilio que ya apenas veo y que tanto nos ha caracterizado a los españolitos de a pie; el botijo. Hoy he visto en un patio un montón de botijos de todos los tipos de colores y tamaños alineados en el filo de una baranda. Esa visión me producía unas ganas terribles de beber agua fresca, agua de un botijo. Joder con el invento, ¿alguien de vosotros todavía no probó la maravillosa sensación que produce el beber de un botijo?. Desconozco si el botijo lo inventaron los Españoles, lo que si que sé es que el botijo es algo que ha caracterizado mucho a este país junto a la boina. Esta última ha sufrido una campaña de desprestigio terrible llegando considerar un paleto al que lleva una boina. La boina tiene su utilidad al igual que la sigue teniendo el botijo, y ahora se consideran ambas como piezas de museo. Hablando de museos, echarle un vistazo al museo del botijo, y también ya de paso al este enlace donde hablan sobre el secreto del botijo, que vale, no será tan secreto para otros, pero que joder, la naturaleza es sabia.
Pues eso, hoy lo que me ha llamado la atención han sido esos botijos. El otro día me llamó la atención ver a dos abuelos ir cogidos del brazo marchando a paso marcial, a un buen paso vamos, deslizando sus bastones de izquierda a derecha con una soltura pasmosa. Yo como soy así de curioso y de impertinente me pregunto como se debieron de conocer, si fue él el que se acercó a ella y le dijo alguna frase matadora de estas para entrar a las mozas, algo así como... tu cara me resulta familiar. Coñas aparte, estoy seguro que esa pareja de ciegos se tropezaran menos que yo por la calle, seguro.